Se cumplió un aniversario más de la Guerra por la recuperación de las islas Malvinas ocupadas ilegalmente por Inglaterra. Esta fecha es uno de los momentos más cercanos y dolorosos de nuestra historia actual, es por ello que deseamos recordar la experiencia de los jóvenes que participaron de la Guerra de Malvinas, desde el servicio que han hecho a nuestra patria. El valor que demostraron al afrontar, no solo las duras e injustas condiciones de la lucha armada, sino el resto de sus vidas, que hacen que cada año dediquemos un tiempo a reconocerlos.
Los recuerdos engrandecen a nuestro país, porque la memoria lo ayuda a aprender del pasado.
Aprender del esfuerzo y de la entrega de personas, como los soldados de Malvinas, es una forma de luchar por nuestra nación.
Los invitamos a reflexionar sobre la guerra de Malvinas, escuchando el poema de Damián Berruezo que prepararon los alumnos de 6º grado.
Esta niebla apasionada
abraza eterna, enamorada
a los gloriosos elegidos,
los más bravos, mis valientes.
Los guarda y los preserva
con amorosa caricia,en espera
que se muestren, heroicos rostros,
a la historia que los niega.
Caminan hermanados.
El más difícil valle
que el justo combate
les haga afrontar.
Ya son dioses refulgentes
con que la Gloria ilumina
las jóvenes, nobles cabezas
de los bravos, mis valientes.
Son héroes, que transitan
a través de la niebla
su paso de gigantes
invencidos y ejemplares.
Sus escudos son, que reflejan
la luz de sus hazañas
por la tierra más querida
de mi Patria, los valientes.
Bellos, de inocente mirada.
Marte mismo los convoca y
los hermana en la promesa
del Pan de la Victoria.
De santos y de osados
fue la carrera inmortal,
la épica última carga
de los más bravos, mis valientes.
Y la Madre, la Patria, llorando,
de pie ella misma, los espera,
forjando en bronce los rostros
de los mas bravos, mis valientes.
Un mar enorme los separa
de su mirada materna
pero segura, sabe del amor
de esa niebla obstinada.
Cada piedra y cada brisa
gritan sus nombres de titanes
a cada rincón lejano y frío
de la tierra más querida.
Y un viento, dile al caminante
que bravos , gigantes,
bajo la niebla enamorada,
guardan nuestras leyes,
aguardan nuestros valientes.