El viernes pasado se conocieron los padrinos de sexto grado con sus ahijados de sala de cinco. ¡Qué lindo camino comenzarán a recorrer juntos!
Detenernos en la importancia de la transición desde el Nivel Inicial al Nivel Primario cobra relevancia porque se ponen en juego dos formatos de enseñanza con diferentes demandas, normas y costumbres. Este pasaje implica, por lo tanto, múltiples modificaciones en la vida de los niños, entre las que podemos señalar cambios de identidad, de roles y de relaciones en las que se despliegan aspiraciones, expectativas y, en algunos casos, tensiones y angustias que afectan el aprendizaje.
Considerar las transiciones como oportunidades enriquecedoras para los alumnos supone establecer acuerdos a nivel institucional, conceptual y práctico entre los profesionales involucrados y las familias, partiendo de una visión compartida, a través de la comunicación y el compromiso de cada uno, generando experiencias de trabajo colaborativo.
Promover la continuidad no significa perder la identidad. Cada nivel tiene su origen, su cultura y su identidad y genera representaciones sociales propias. Sin embargo, comparte con los otros niveles el propósito de acompañar a los alumnos a conocerse, a relacionarse con otros, a descubrir el mundo y a disfrutar el aprendizaje.
