«Dejen que los niños se acerquen a mí: no se lo impidan; de los que son como ellos es el reino de Dios. Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
(Mc 10:14-15)
Con Jesús pasando en medio nuestro, y dejando en el corazón de Mamá María nuestras intenciones más profundas, compartimos y celebramos la Misa de niños el pasado domingo.
También pusimos en sus manos maternales muy especialmente a todos los peregrinos de Almagro que caminaron a su casa de Luján.