El viernes 4 de septiembre, el SanFra, como tantas otras Obras Salesianas; hizo de anfitrión de cientos de jóvenes que se congregaron en Buenos Aires con motivo de los festejos por el Bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco. Desde la mañana de ese mismo día comenzaron a llegaron con sus mochilas, valijas, bombos, redoblantes y banderas; y con la misma sonrisa que sostuvieron durante todo el Encuentro. Zapala, Andacollo, Chos Malal. De allí fueron los primeros jóvenes y animadores que se hicieron presentes. De a poco fueron llegando: Rodeo del Medio, Eugenio Bustos, Rosario, Corrientes, Río IV y muchísimos otros lugares de nuestro país.
La primera jornada tuvo un momento de juegos y canciones, donde se vivió la alegría de sentirse parte de esta gran familia salesiana, para luego recibir a las delegaciones alojadas en las Casas Pío Ix, San Antonio, y María Auxiliadora de Almagro. Más de 2000 jóvenes se reunieron para compartir un momento de diálogo con nuestro Rector Mayor Don Ángel Fernández Artime.
El sábado, donde los espacios oratorianos permitieron hacer memoria del encuentro personal con Jesús y con Don Bosco, hubo juegos durante toda la tarde. La alegría desbordaba en cada rincón del Patio del sanFra, pero aún más se vio esa alegría en los rostros durante la marcha callejera hacia la Plaza de Mayo y el Acto Cultural y Musical que reunió a más de 10.000 jóvenes que dieron gracias a Dios por el regalo de la vida de Don Bosco y reafirmaron su voluntad de trabajar por una sociedad mejor.
El tercer día del Encuentro Nacional de Jóvenes tuvo su momento de clausura y envío con la Celebración que se realizó a las 11 hs. en el Luna Park. Presidida por Don Ángel Fernández Artime, y a través de las palabras de jóvenes salesianos interpretando a Miguel Magone, Domingo Savio, Laura Vicuña y Ceferino Namuncurá, la celebración regaló momentos llenos de sentido y de nuestro carisma.
Para finalizar la celebración, la Hna. Marta Riccioli nos regaló una hermosa plegaria a la Auxiliadora y se obsequiaron réplicas del Vía Christi emplazado en la Ciudad de Junín de los Andes, a los referentes de las distintas Inspectorías de las Hermanas de María Auxiliadora y salesianos de Don Bosco. Las canciones del final dieron testimonio de nuestro carisma, pero lo que seguro se marcó en los corazones de cada joven presente, ha sido la certeza de que el Oratorio está en cada uno, y que la misión es llevar a los demás nuestro testimonio a cada paso y en cada Casa salesiana .
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